La Fundación Montecarmelo se constituyó en Abril de 1985 ante la necesidad de ordenar y administrar el Santuario Montecarmelo.
La Fundación tuvo su origen ante la necesidad de contar con un órgano oficial que dirigiera las obras materiales en el lugar donde se estaban atestiguando hechos sin explicaciones, claramente Divinos, donde la Santísima Virgen se estaba manifestando de distintas maneras. Asimismo, se debían coordinar los gastos necesarios para efectuar mejoras en el paraje donde gran parte de los acontecimientos sucedían. El lugar era un cerro sin caminos, sólo con arbustos y árboles que crecían sin cuidado alguno. Poco a poco se entregaron donaciones de parte de los creyentes que ayudaron a ir formando el actual Santuario que hoy acoge a muchas personas en busca de un tiempo de oración y reflexión católica.
Para conformar la Fundación se reunieron tres creyentes que anteriormente no se conocían, pero que asistían desde los inicios a los distintos acontecimientos atestiguados. Ellos fueron Alejandro Cifuentes (Ingeniero Civil), Alan Rojas (Médico Dermatólogo) Álvaro Barros (Arquitecto) posteriormente se integró Jorge Aravena Toledo ( Jubilado Bancario).
Demostrando su fe en las apariciones, los tres primeros integrantes de la Fundación escribieron libros sobre ellas.
Constitución de la Fundación
Para los estatutos de la Fundación, se tomaron las normas generales de este tipo de entidades, sin fines de lucro. Asesorado por dos abogados, se estableció una Fundación de carácter indefinido, constituida por siete miembros. Los estatutos fueron aprobados ante notario el 29 de Junio de 1984.
Estos estatutos fueron presentados al Ministerio de Justicia, organismo a cargo de la fiscalización de estas entidades, que los aprobaron el 3 de Abril de 1985.
Para mayor claridad se abrió una cuenta corriente en el Banco de Crédito e Inversiones, con todos los comprobantes de entradas y salidas y se lleva una contabilidad que año a año se manda al Ministerio del Interior.
Como objetivo se estableció difundir la fe católica y el rezo del Santo Rosario. A su vez, la finalidad era dirigir todo lo concerniente a las necesidades materiales del lugar, ya que desde el comienzo los devotos habían comenzado a levantar empalizadas y grutas improvisadas sin ningún orden.
El primer directorio
- Presidente: Alan Rojas Canala
- Vicepresidente: Álvaro Barros Valenzuela
- Tesorero: Alejandro Cifuentes Bezanilla
- Secretario: Mauricio Tocornal Riesco
- Directores: Cecilia Hurtado Goycolea / Mónica Díaz Bordeau / Jorge Aravena Toledo